La semana pasada hablábamos de la importancia de la Red en el movimiento ciudadano… y el movimiento ciudadano es importante para las causas sociales. Bien on, bien off, todo apoya, ayuda y crea comunidad.
De hecho, las causas sociales crean comunidades con un punto común fuerte y lleno de vida. Sin embargo, como en otras comunidades, la acción depende las personas, de los agentes que componen dicho grupo, por lo que garantizar el éxito es trabajo constante y esfuerzo de “marca” a largo plazo. Eso sí también es cierto que posee algunos puntos diferenciadores que facilitan la unión:
- historias cercanas: las personas generalmente nos unimos a causas sociales que le son “cercanas”. No tiene por qué ser cercanía geográfica, ni siquiera tener que ver con familiares, amigos o conocidos; sino que a veces nos son cercanas por quien las promueve o por algún vínculo que se nos asemeja como próximo. Quizá por una experiencia que nos contaron, por felling temático, por un recuerdo, por los sentimientos que nos despiertan o por el momento vital en el que nos encontramos.
- historias personales: sea cual sea la causa (medioambiental, discapacidad, ciudadanía, cultural, desarrollo…) tiene un gran componente humano. Hay alguien, o muchos “alguienes”, que dan voz a la acción social. En ocasiones son marcas, pero lideradas desde personas involucradas internamente para actuar.
- historias temporales: se extiendan en el tiempo o pertenezcan a un hecho puntual, en el entorno de las causas sociales se explicitan tiempos, fechas, periodos o momentos para la actuación. Quizá la emergencia de conseguir los objetivos obliguen a los actores emisores a establecer un timing concreto que permita cumplir con los fines necesarios.
Estas tres características sin duda facilitan la comunicación, difusión y adhesión a las causas sociales y también en la Red.
Y, como el movimiento se demuestra andando, os quiero presentar dos acciones también muy cercanas para mi.
Síndrome Up
Una causa social concreta que nace de dos grandes personas (Iñigo Alli y Mariano Oto) que pretenden sensibilizar y ayudar a las familias que tengan niños con discapacidad intelectual y demostrar al mundo las grandes capacidades de estas personas especiales.
Su comunidad nació alrededor de sus blogs (Papá de una niña con Síndrome de Down y Al final, nada es para tanto) y ha ido creciendo poco a poco hasta mimetizarse con Twitter a través del hashtag #sindromeup y de Facebook. Sin duda, la transmisión de la actitud Síndrome Up ha sido clave para “contagiar” a todo el entorno. Tanto es así, que 400 personas disfrutaron y ayudaron en la Gala Síndrome Up del pasado 27 de mayo que buscaba recaudar fondos para un Congreso de Acogida para Familias de niños con discapacidad intelectual que se celebrará en diciembre. Traslación on y off y diseminación del mensaje.
La Red ha sido el espacio fundamental de comunicación y de ahí, el boca-oreja tradicional para alcanzar a todas las personas que acudieron y se contagiaron en modo Up.
Somos Haití
Una iniciativa solidaria que busca conseguir financiación para la reconstrucción de Haití gracias a un gran evento que contará con profesionales de máximo nivel.
Lo conocí gracias a Inma Eiroa quien, a través de la fundación de la ONG Solidari@s 2.0, consigue unir a las personas relacionadas con la web social, las entidades del tercer sector y aquellos fines solidarios que cada año encuentren como prioritario.
En este punto, la Internet está resultando clave no solo para la comunicación, sino para la búsqueda de protagonistas que den voz donando su tiempo para la creación de un gran Congreso sobre Social Media.
Se celebrará entre el 24 y el 26 de junio en el Hotel Auditórium de Madrid y contará con ponentes de primer nivel, así como con una subasta solidaria de objetos de grandes personalidades sobre todo relacionadas con el mundo del deporte.
Manos que ayudan a manos haitianas a conseguir su futuro.
Ambos casos tienen puntos comunes con el mundo de la web social, pero sobre todo con la traslación de lo online y lo offline. Las comunidades se relacionan en diferentes entornos, en diversos espacios y en modelos divergentes de comunicación. La necesidad es encontrar los puntos de unión y sobre todo de compartición.
La solidaridad se comparte, la solidaridad es colaboración.