Este último fin de semana he disfrutado de la posibilidad de acompañar al equipo Euskaltel Euskadi en la etapa contrarreloj de Grenoble en la que se decidió el Tour de Francia de este año.
Mi viaje formaba parte de una campaña de social media cuyo objetivo era mostrar un evento deportivo desde una óptica diferente, contado por una persona ajena al deporte en general y al ciclismo en particular. Para ello, la agencia responsable de la campaña, Netthink Isobar buscaba un/a bloguer vasca que tuviera su propia audiencia en redes sociales y con blogs temáticos. Yo fui la elegida, por suerte.
La experiencia consistía en pasar un día con el equipo ciclista Euskaltel Euskadi y contarlo a través de mis blogs con la visión acorde a la temática de ambos. Además se utilizaría la cuenta de Twitter para contar puntualmente lo que iba sucediendo.
Pero todo esto no se improvisa. Para abordar el trabajo se planteó un plan editorial con diferentes post en los blogs, entradas en streaming y momentos en los que se debía comunicar prioritariamente. Todo muy organizado. Empezando por un post teaser que contaba lo que se iba a hacer en el blog de marketing para después volcar toda la información en el blog de turismo.
Pero como casi siempre pasa, todos los planes cambian en cuanto pones un pie en la realidad de un evento. Para empezar, perdimos la conexión aérea en París, por lo que todo el planning del primer día, que incluía la parte turística del viaje, se fue al garete. Con lo que el primer problema que se plantea es conseguir contenido relevante e interesante para la parte editorial.
Una vez llegados a Grenoble y en plena vorágine de Tour de Francia, los problemas de una acción como esta no están tanto en el contenido sino en los medios técnicos, especialmente la falta de cobertura móvil en los Alpes, y el exceso de plataformas. Atender a la grabación en vídeo, el streaming y el twitteo a la vez es un verdadero ejercicio de multiactividad digna de un pulpo de 8 brazos. Todo sobre la marcha de los acontecimientos. Con una actividad frenética on line (más de 150 menciones que contestar en Twitter) y offline con mil cosas que hacer, grabar y ver en la carrera. Lo que llamamos durante el viaje reporterismo 2.0 de guerra. Con pocos medios y muchas cosas que contar a pie del evento en el que se sucedían anécdotas y momentos memorables.
Es importante tener cintura y rapidez para saber saltarse el guión en pos de aprovechar la oportunidad que da un acontecimiento vivo a pie de campo. Esa es una de las características que tendría que tener la persona o personas elegidas para realizar un blog trip. Que esa persona tenga formación periodística ayuda mucho en estos casos, porque saben ver las ocasiones únicas. «El azar no favorece más que a los espíritus preparados» dijo Louis Pasteur.
El último día fue de balance y de turismo. Respondiendo tranquilamente a las menciones y comentarios en los blogs y midiendo la repercusión en redes sociales e internet de la acción. Porque todo esto no tiene sentido si no puede hacerse una medición de impacto. El control de las acciones de marketing es algo que la gente olvida fácilmente en la planificación.
Ayer un buen amigo, Fernando Urra, recogía en su blog mi experiencia y daba algunas pautas a tener en cuenta cuando se quiere narrar un evento en redes sociales. Estoy plenamente de acuerdo con él y creo que es un gran campo donde trabajar, tanto a nivel profesional para periodistas, como a nivel comercial para publicistas y marketinianos.
Ahora queda hacer el informe complementario de las cosas que no han funcionado bien, que pueden mejorarse de cara a próximos eventos similares y aprender de los errores. Algo fundamental para que las experiencias realmente sobrepasen lo personal y sirvan como aprendizaje para el futuro.
Actualizado 5/08/2011:
Aquí podéis ver el vídeo del Blog Trip de @puytri con Euskaltel
