No sé si sois asiduos a ver El Hormiguero, pero sí es mi caso y he de deciros que es un programa que me entretiene, me divierte y que lo veo muy agusto. He notado que cada vez somos más quienes lo ven y no lo se por haber mirado números de audiencia sino porque cada vez son más los anunciantes que aparecen a lo largo de todo el programa: que sí en el «efecto mariposa», que sí las hormigas hablando de no sé que producto…¡y hasta hay una sección para el pequeño anunciante!
Para los que no conozcáis esta sección, la suelen emitir sólo de vez en cuando, consiste en que un pequeño anunciante, que se ha presentado voluntario se ofrece a que le hagan cualquier tipo de cosa mientras intenta anunciar su empresa o comercio. La última que ví fue lo que le hacían a una mujer mientras se tenía que lavar los dientes: anunciaba una botica. Sólo tenía un minuto para contar todo lo que pudiera.
He leído en Pasión por el Marketing que está sección le parece denunciable. ¿denunciable, por qué? Dice que le parece denigrante lo que se le hace a la gente, pero digo yo, si son ellos (el pequeño anunciante) quien decide ir y prestarse a cualquier experimento de forma voluntaria.
En mi opinión, cada uno es libre de hacer lo que quiera para anunciar su negocio y si el anunciante está dispuesto a pasar por lo que sea por un minuto de gloría, pues adelante. Porque eso no lo vamos a negar, el minuto de gloría, es GLORÍA en mayúsculas, ya que es uno de los programas con más audiencia en hora prime time y no quiero ni pensar el dinero que se está ahorrando si se anunciaría en un intermedio publicitario.
A vosotros qué os parece, ¿denigrante?
Como dije en el post acerca de Pepsi y Obama cada uno elige la estrategia que quiere para su empresa, pese a que a ojos de otros pueda no ser la más acertada.
Aquí os dejo un ejemplo de un pequeño anunciante en el programa: