Estoy leyendo el libro «La exposición comercial» de Juan Carlos Rico y aprovechando que es muy interesante y que hace algunos días hablé de los stands en ferias, quiero aprovechar para contaros la diferenciación que hace Juan Carlos sobre la exposición de productos. El título del capítulo 1 lo resume perfecto: EXPONER PARA VER, EXPONER PARA DEMOSTRAR, EXPONER PARA VENDER.
Sí que es cierto que es difícil diferenciar las tres maneras expositivas y que están muy relacionadas, pero aún y todo es muy importante tener en cuenta lo que se quiere conseguir, el objetivo final, cuando tengamos que exponer.
– Exposición cultural o exposición tradicional. Es la forma de enseñar para «ver», la de los museos por ejemplo.
– Exposición industrial. El lema de dichas exposiciones podría ser «exponer para convencer» de los avances y logro de cada pieza frente a su competencia. Se basan en una mitificación del objeto acompañado de mucha información.
– Exposición comercial. El último fin es vender y por tanto sus antecendentes están relacionados con los antiguos mercados tomando hoy en día la más sofisticada forma en el escaparatismo actual.