Es habitual en los diseñadores (yo lo veo en iLUNE mucho) que cuando están diseñando algo, parte del tiempo lo inviertan en elegir una buena tipografía. Una buena elección de la tipografía es el 50% del trabajo, ya que con una adecuada selección, un diseño que tal vez no sea muy espectacular, puede llegar a conseguir un buen trabajo.
Si muchas veces la elección de una tipografía es estética, otras muchas, la elección es por legibilidad. Si hasta ahora esto era de sentido común, ahora ya hay un estudio que verifica que la elección de una buena tipografía puede influir para que el cliente rellene un formulario o que compre un producto en concreto.
Según el estudio realizado por Hyunjin Song y Norbert Schwarz ha confirmado que la forma en la que percibimos la información puede verse afectarnos drásticamente si la tipografía es completa o simple. Han conseguido saber que con el uso de una tipografía simple el lector está más receptivo y es más propenso a comprometerse con algo. Analizaron también que si al lector le cuesta más leer un texto tiene la sensación de que la obligación o el compromiso con dicho objeto es mayor y por tanto son menos propensos a decir que sí.
Hicieron un experimento con dos grupos: El primer grupo hacía el ejercicio con una letra simple (Arial) y el segundo grupo, conel mismo texto pero con la tipo Brush, más compleja. Los resultados fueron esclarecedores:
Texto letra simple: 8.2 minutos de lectura.
Texto letra complejo: 15.1 minutos de lectura.
Después de hacer este experimento, realizaron el mismo con una receta de sushi. Los que la leyeron en Arial tardaron mucho menos que los que la leyeron con la tipo más compleja.
Así que la conclusión que sacaron ellos del estudio como yo al leerlo, es que usando tipografías simples el lector leerá el texto más rápido y en consecuencia, su sensación será mejor y por lo tanto, la predisposición mayor.
leído en Neuromarketing